Testimonios

Llegar a la Fundación y encontrarme con personas tan comprometidas con el tema social fue la principal motivación para quedarme, y aunque sé que no fue mucho el tiempo, para mí fue una de las mejores experiencias, los niños los tutores, los profes, la coordinadora Dianita y el PROFE todos son seres maravillosos a ellos muchas gracias por permitirme entrar un poco en ese mundo tan bonito lleno de tanta energía.

Los tres meses en Bogotá en los que trabaje para la Fundación fueron una gran experiencia en mi vida y no la voy a olvidar nunca y cuando mire hacia atrás recordare feliz de nuevo esta experiencia.

Mi experiencia en Colombia fue asombrosa, como una chica de 21 años que no sabe nada de español en absoluto, estaba asustada al comienzo.

Para mí, el haber trabajado durante el verano en la Fundación Zuá me dejó una gran satisfacción y, por supuesto, ganas de volver. Los tutores; jóvenes tan entregados que a su corta edad tienen claros los objetivos que persiguen, se esmeran en el trabajo y son un ejemplo a seguir para los niños.

Mi experiencia en la Fundación Zuá fue sumamente grata y enriquecedora. Jamás pensé que fuera a recibir tanto amor y cariño de parte de los niños y de los profesores... ¡Me sentí como en casa!

Para comenzar me gustaría agradecer a todos aquellos que hicieron de mí estadía una excelente experiencia en Colombia, a la Fundación Zúa y sus pertenecientes por haberme permitido ser parte de ellos en un tiempo relativamente corto. A todos ellos mis sinceros respetos y cordial admiración,

La fundación Zuá, tiene características diferenciadoras, entre las que se encuentra; la inclusión, la educación, la espiritualidad, la cooperación, la familiaridad. Estos y otros aspectos hicieron que ingresara a la fundación, a realizar actividades desde el departamento psicológico

Se los dije una vez “no existen muchas fundaciones como Zuá en América Latina”. Aunque pareciera que en esta región el que la sociedad civil se interese por la educación es imposible de lograr, Fundación Zuá demuestra que aquí sí hay gente capaz de organizarse para contribuir a la mejora educativa de los niños y jóvenes, y sirve de ejemplo para aquellos que ya están hartos de los errores del gobierno pero tal vez no creen que ellos puedan hacer el cambio.

Mi estadía en la Fundación Zúa en Sasaima fue una experiencia inolvidable y reveladora al escuchar las historias que contaron sobre la vida de los niños que asisten a la fundación, lo cual conmovió mi corazón. La fundación me pareció un sitio muy especial que ha marcado una gran diferencia, cambiando la vida de tanta gente.

La Fundación Zuá, para mi es una institución indescriptible y especial. La gente es la más amable y cariñosa que conocí en mí vida y cada uno de la familia Zuá tiene un lugar en mi corazón por siempre.

La "Fundación Zuá" es una de las fundaciones más impactantes y bellas de conocer ... No mucho tiempo después, yo estaba absolutamente enamorada de todas las personas que lo componen.

Mi experiencia con Zuá ha sido muy intensa e impresionante. Conocí a mucha gente que esta luchando por sus proyectos de vida.

En la Fundación Zuá siempre me he sentido acogido como en una familia. Tanto en Bogotá como en la sede rural, el voluntariado presencial ha sido siempre una experiencia enriquecedora, en que uno puede ver que su labor tiene sentido, que lo que está haciendo resulta de verdad útil.

El tiempo que estuve en la fundación me ha aprendido muchas cosas. Cosas simples como hacer arepuelas y cosas grandes como encontrar un camino para la vida. La fe y la motivación que la gente en la fundación pone en su trabajo y sus estudios me ha impresionado bastante y es algo que siempre quiero recordar.

Tres miembros de la Iglesia Congregacional de Homero en el estado de Nueva York pasó un poco más de una semana en Colombia el pasado verano con los estudiantes y profesores de la Fundación ZUA. Dos jóvenes, Richard Schmidt y Tyler Masterson y su acompañante, Kurt Schmidt, pasaron dos días en el centro de Patio Bonito donde se pudieron ver obras de teatro, aprendió a bailar, comió, y experiencias compartidas con los estudiantes y los tutores.